Por qué el Nobel de Economía Simon Johnson cree que deberíamos empezar a pagar por usar TikTok o Instagram

Sunday, Apr 20

Simon Johnson ganó el Nobel de Economía el año pasado por sus estudios sobre la desigualdad.


En octubre pasado el académico británico estadounidense Simon Johnson, profesor de la Escuela de Administración Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fue reconocido con el Nobel de Economía por sus estudios sobre la desigualdad de las naciones.

El premio fue compartido con otros dos economistas: su colega estadounidense de origen turco Daron Acemoglu, también de MIT, y el británico James A. Robinson, de la Universidad de Chicago.

Un año antes, en 2023, Johnson y Acemoglu habían escrito «Poder y progreso: nuestra lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad», un libro en el que analizaron cómo los avances tecnológicos de los últimos 1.000 años han beneficiado históricamente a las élites.

En la obra explican cómo los avances tecnológicos pueden convertirse en herramientas empoderadoras, advierten sobre las consecuencias de depender de la inteligencia artificial (IA) y enfatizan la necesidad de reformular la innovación para fomentar la prosperidad compartida.

Antes de que comenzara, en Washington, un juicio antimonopolio que se realiza contra la empresa Meta, de Mark Zuckerberg -dueña de Facebook, Whatsapp e Instagram- y que podría obligarla a vender una de sus partes, BBC Mundo conversó con Johnson sobre el poder de las grandes empresas tecnológicas como Meta, Apple, Amazon, Microsoft, Alphabet (Google) y OpenAI, y de posibles formas de limitarlo.

¿Hemos tenido alguna vez en la historia de la humanidad empresas tan poderosas como las grandes tecnológicas de hoy?

En Estados Unidos tuvimos empresas muy poderosas en algunos momentos del pasado, incluyendo a finales del siglo XIX durante el período de los llamados Robber Barons (Barones Ladrones).

Pero creo que el poder de las grandes tecnológicas hoy en día, al combinar poder industrial y poder sobre la información, es al menos tan fuerte como en el 1900, y podría decirse que incluso más.

Las grandes tecnológicas tienen un gran alcance. Afectan directamente a muchas actividades comerciales y también impactan cómo recibimos y procesamos la información, lo cual es fundamental para la democracia.

¿Qué es lo que hace a estas grandes tecnológicas tan poderosas?

Creo que es el hecho de que estas tecnologías están arraigadas en nuestras vidas y no podemos vivir sin ellas, como los motores de búsqueda o redes sociales.

Mira, por ejemplo, a mucha gente no le gusta Elon Musk ahora mismo y prefiere evitar sus productos. Y quizá no compren Tesla, pero muchos usan X, antes conocido como Twitter, porque sienten que no hay alternativa.

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